Pidan y se les dará, traten a los demás como quieran que los traten. ¡Cómo Dios te trata!.
Darles a los demás, un tiempo de escucha.
Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra.
Ante este mundo, la mansedumbre, va en contracorriente, pues en el mundo lo que abunda es la enemistad, el odio. Los anawin, los mansos los que se confían en Dios son vistos como necios, tontos, débiles, pero es mejor padecerlo no contestar con violencia, controlarse para no hacer daño. Que no me gane la soberbia, controlar nuestra persona.
Felices los de corazón limpio porque ellos verán a Dios. Un corazón no manchado por la sociedad, la falsedad.
Imagen guardada por Mayte R. Navarro
Bienaventurados los que lloran porque serán consolados. Mientras que el mundo propone olvidar el dolor, mirar hacia otra parte, cuando hay dolor, enfermedad. En la vida siempre va a ver cruz. El Señor nos invita a dejarnos traspasar por el dolor para experimentar el consuelo de Jesús. Atreverme a compartir los sufrimientos ajenos y no huir. ¿Quién está llorando en México? Llorar por la gente que está llorando, sentir compasión, porque en la medida que tu consueles, serás consolado.
Imagen guardada por Iliana Montoya
Bienaventurados los que buscan la paz porque serán llamados hijos de Dios. En México hay mucha violencia. Estamos en un mundo de habladurías, con una versión de la realidad, más amplia. Paz a los extraños, a los difíciles, a los complicados, a los diferentes a los que están golpeados por la vida, conflictivos. No rehuir el conflicto sino más bien ayudar a resolverlo, a transformarlo.
El Papa dice: Construir la paz, es un arte que requiere serenidad, creatividad, destreza y sensibilidad.
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